Carta ilustrada y un pelín larga del Mister

El año pasado cuando retorné al equipo después de mi etapa en el Burgos CF FS (retorno que estuvo a punto de producirse una temporada antes tras unas largas conversaciones con Alejandro), tenía una gran ilusión por empezar un Proyecto que me parecía muy atractivo. La posibilidad de empezar con un equipo desde categoría provincial y tratar de ascenderlo, suponía una motivación, que en una tercera temporada en el otro equipo ya no tenía (ascender desde primera A es un sueño muy complicado, ya que incluso en caso de conseguirlo deportivamente, no hay forma de sacar el dinero necesario para competir en Plata).

Por otro lado, aunque deportivamente en el Juventud en mi etapa anterior no había sido suficientemente aprovechado o al menos esa era mi sensación al despedirme del equipo, el trato humano recibido de gente como Chuchi, Alejandro o Santi habia sido tan exquisito que sabía que aunque me marchaba, tenía un hogar al que volver cuando quisiera.

Mi sensación los primeros días de esta segunda etapa es que me encontraba en un equipo desmoralizado y algo a la deriva, situación perfectamente comprensible tras el varapalo que habían sufrido con el descenso, y además la llegada de nuevos jugadores, algunos de ellos que nunca había jugado al fútbol sala federado, provocaba una atmosfera extraña, difícil de definir.

Anticipándome a esa situación, preparé una presentación en powerpoint, haciendo ver a los jugadores a que club llegaban y cual era el camino para llegar al objetivo marcado al final de temporada (presentación que todavía circula por este Blog y que podéis abrir aquí).

Tengo la costumbre de asistir a charlas o clinics de entrenadores, aunque sean de otros deportes, y a todos ellos les oigo decir lo mismo cuando les preguntan cuál es la clave de su éxito, intentando encontrar otros entrenadores la piedra filosofal para sus equipos. "La clave ha sido el gran grupo humano que formamos", es siempre la respuesta y la gente se queda decepcionada, pensando que no les han querido dar la fórmula magistral y que lo del buen grupo es como lo del huevo y la gallina.

Pues a veces lo que parece evidente da resultado y hablo desde mi experiencia personal, ya que más vale tener un gran grupo humano que presuntos grandes jugadores o dicho de otra forma, para ser un gran jugador no basta con serlo táctica, técnica o físicamente, sino que el factor humano es tanto o más importante.

A los pocos días les dije a los veteranos que este equipo iba a entrenar como ellos lo hicieran (al detectar ciertos vicios de temporadas anteriores: me quedé flipado cuando el primer día de Liga de Campeones faltó medio equipo al entrenamiento y el cuidador de la pista me dijo que eso era lo habitual) y me encantó especialmente la respuesta de su capitán, aunque no quisiera destacar a nadie, pués va en contra de mi teoría.

Aquella sensación inicial fue progresivamente tornando, pero seguía buscando ideas para fortalecer la cohesión del grupo y fue entonces cuando decidí que la aparición del Blog podría servir de elemento de unión y decidí empezar con él (aquí si que quiero destacar la colaboración del capi y de sus conocimientos informáticos y de conejo en el lanzamiento del foro). Ahora creo que fue la decisión más acertada, aunque me llevase tanto tiempo que casi me quedo sin trabajo.

Desde ese momento, la corriente cambió hasta vivir un final de temporada excepcional, con el ascenso y el broche de oro en la cena y entrega de regalos, que todos nos curramos mucho (la gente se esmeró pensando en el receptor del regalo, un gran detalle de compañerismo).

Por cierto, tenía preparado un discursito para alabar el excepcional comportamiento de todos, especialmente de los que habían jugado menos, pero creo que los jugadores estaban tan hartos de mis sesiones de pizarra, que ninguno se atrevió a invitarme a tomar la palabra por si acaso les daba tarea para el verano.

He de reconocer que los primeros días sin entrenamientos lo pasé fatal, me faltaba algo, así que el Blog me servía para tener noticias de ellos, aunque me seguía robando mucho tiempo para estudiar.

Esta temporada tengo una gran espina clavada, ya que no he podido dedicarle al equipo todavía apenas tiempo (he sido un mal padre en los amistosos, lo siento chicos), pero ayer cuando superé el objetivo profesional que me tenía maniatado, inmediatamente pensé en que ya tenía tiempo para mi familia y sobre todo (espero que no lea el Blog mi mujer) que ya podía dedicarme en cuerpo y alma al equipo (por supuesto no faltaron los mensajes de apoyo y felicitación del capi en nombre de todo el equipo, de Jandro, de Santi, de los Javis y es que el Juventud es una gran familia, también algún otro capi se acordó y lo agradezco).

Igualmente al llegar al entrenamiento los jugadores enseguida se acordaron (los pasteles serán la semana que viene porque los gastos de la oposición me han dejado pelado, lo prometo) y al acabarlo cuando ya me iba a casa el Capi me recordó lo de la presentación del año pasado y que estaría bien volverlo a hacer.

Creo que ya ha pasado el momento de hacerlo y que ahora debemos centrarnos en los entrenamientos, pero me gustaría que los nuevos jugadores leyesen la del año pasado que adaptaré a esta temporada (YA ESTA DISPONIBLE ARRIBA A LA DERECHA) y sobre todo lo que quiero es felicitarlos a todos por la forma de entrenar y animarles a seguir así, porque aunque a veces pueda parecer que somos muchos entrenando, os aseguro que todos tendremos ocasión de aportar algo al equipo, que la temporada es muy larga y que este año una de nuestras fortalezas va a ser la amplitud de la plantilla (más de cuarenta jugadores contando a los juveniles), pero que nuevamente la clave estará en la unión que exista en el grupo y en la confianza en nuestras posibilidades, por eso el sábado pasado me fui tranquilo y satisfecho al comprobar que el espiritu del Bellavista seguía vivo y que aunque tengamos mucho trabajo pendiente estamos en el buen camino. Felicidades a todos y 3, 2 1.... ¡JUVENTUD! (Nunca he sabido llevar el ritmo de este grito). El Mister.

P.D.: Mucho está tardando en llegar la primera cena, por cierto. Espero que la comisión de festejos se mueva rápido.